Sobre nosotros

Un cruce de culturas, una cocina con alma
Cayote nace en Canarias, un lugar históricamente abierto al mundo, punto de encuentro de culturas, sabores y tradiciones. Inspirados por esta riqueza, nuestra propuesta gastronómica fusiona con naturalidad la esencia mediterránea, la pasión latinoamericana, la sutileza asiática y, sobre todo, el alma canaria.
Aquí, cada plato cuenta una historia de viaje y de raíces. Honramos la diversidad que nos rodea, reinterpretándola desde el respeto absoluto por el producto local y la técnica culinaria depurada.
Elaboraciones propias, dedicación en cada detalle
Entendemos la cocina como un proceso artesanal, donde cada elaboración refleja nuestra filosofía de trabajo. Más de un centenar de preparaciones se elaboran de forma propia: desde las masas de pan bao y empanadas hasta fondos, salsas y marinados. Cuidamos cada fase del proceso con atención meticulosa, porque creemos que el verdadero sabor nace de la dedicación y la autenticidad.
Nuestra carta es el resultado de horas de trabajo silencioso, pasión por la excelencia y un deseo constante de emocionar a través de cada bocado.


El producto, nuestra inspiración
Trabajamos mano a mano con productores locales que comparten nuestra visión de respeto por la tierra y la calidad. Usamos ingredientes que proceden de la finca de Don Germán, donde se cultivan productos frescos y de temporada que llevamos directamente a nuestra cocina. Apostamos por una gastronomía sostenible, de cercanía, que celebre la riqueza de nuestro entorno.


Conoce el equipo
«Soy Rosy Terrel. Mi recorrido es un hilo continuo de aprendizaje y servicio: a cada curso, un turno; a cada aula, una sala. Comencé en la Escuela de Hostelería La Candelaria y, mientras enlazaba guardias en pequeños restaurantes y cáterin, descubrí mi pasión por el vino en Santo Domingo de la Calzada y en las bodegas que visitaba mientras trabajaba en el Hotel Zenit de Calahorra.
De regreso a Tenerife estudié Turismo en la ULL y, sin soltar la bandeja, amplié mi formación con protocolo, coctelería e idiomas. Más tarde, la Escuela FU de Alemania sumó idioma y gastronomía germana a mi experiencia profesional diaria.
Tras etapas en Restaurante Archete y Casa Mi Suegra, llegué al Hotel Taburiente: en el Restaurante GOM profundicé mi vocación de sala y hoy, formando parte del gran equipo de Cayote, sigo perfeccionándome para que cada mesa sea una experiencia memorable».
Rosario Terrel, Jefa de Sala
«Soy Jorge Blanc Chueca, y si tuviera que definir mi camino, diría que es un viaje constante de aprendizaje y pasión por la cocina. Todo empezó al formarme, pero la verdadera escuela ha sido cada fogón por el que he pasado.
Mi aventura culinaria me ha llevado más allá de las fronteras de España, explorando diferentes culturas gastronómicas y formas de trabajar en lugares como Escocia, Islandia y Suecia. Empecé desde lo más básico, como Marmitón y Ayudante de cocina, y he ido creciendo paso a paso. Cada rol, cada restaurante, desde establecimientos más pequeños hasta hoteles, me ha enseñado la importancia del trabajo duro, la adaptabilidad y la resiliencia».
Jorge Blanc Chueca, Sous Chef

«Soy Arydaman M. Melo, pero en las cocinas y entre fogones, todos me llaman Ary.
Mi historia con la gastronomía comenzó con el dulce aroma de la pastelería de mis padres. Allí, entre masas, hornos y recetas familiares, descubrí que lo mío no era solo comer bien, sino crear. Fue el inicio de un camino que, sin saberlo, marcaría mi vida.
Decidí estudiar cocina para darle forma a esa pasión. Quería aprender de los grandes, tocar el arte con las manos. Hice mis primeros stages en el Bodegón Alejandro (Donosti), y luego en el Cenador de Amós (Cantabria), un templo con tres estrellas Michelin que me enseñó el valor de la excelencia. Más tarde, regresé a mi tierra, Tenerife, para sumarme al equipo de Martín Berasategui en MB Tenerife, con dos estrellas que dejaron una gran huella en mi forma de entender la cocina.
Después vinieron otras paradas, otros fogones, otras lecciones. Porque cada cocina enseña algo y cada servicio te transforma un poco. Hasta que llegué a Cayote, un espacio donde puedo cocinar con identidad, alma y libertad.
Para mí, ser cocinero es mucho más que técnica. Es pasión, es disciplina, es un fuego interno que no se apaga nunca. Pero si hay algo que he aprendido en este viaje, es que nada de esto sería posible sin lo más valioso que tiene una cocina: el equipo».